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    *Por: Milton Mendoza M.


    El actual conflicto armado entre Rusia y Ucrania trae diversos aspectos de esta pavorosa contienda; se informa de ciudades bombardeadas, por ende edificios públicos y zonas residenciales devastadas, siendo lo más preocupante la pérdida de vidas.


    En el intento de ocupar toda la costa sobre el Mar Negro y el de Azov, que pertenecen al Estado ucraniano, militares consultados aseguraron que dado que las tropas rusas están combatiendo fuera de Mykolaiv, el próximo objetivo es el puerto de Odesa, situado a 100 kilómetros del frente de batalla.


    Esta noticia ha puesto en primera plana a la “perla del Mar Negro” (como también se la conoce); se dice que Catalina la Grande quiso darle un toque femenino para dejar marcado su nombre. Odesa fue fundada en 1794 y siendo en su tiempo la cuarta ciudad más grande del imperio ruso. El estilo arquitectónico franco- itálico es el que predomina, haciendo de esta urbe la más europea de Ucrania.


    Durante la Segunda Guerra Mundial, Odesa fue arrasada por los alemanes con el saldo de 60.000 muertos y su ocupación se retrasó por su heroica defensa, desde el subsuelo, porque debajo de la ciudad existen más de 2.500 kilómetros de túneles.


    La célebre película El acorazado Potemkim, de Serguei Einsenstein, fue filmada allí, la escena de la masacre en la escalinata fue imitada en otras cintas no menos famosas como Los Intocables. Odesa como Praga, París o Venecia fue y es una ciudad de artistas que tiene como exponentes dentro de la música a Misha Elman, Zimbalist o Gabrilovich y Yasha Heifetz; pintores como Wassily Kadinsky; escritores como Yury Olesha, Ana Anajmatova e Isaak Babel, y de este último su destino no podía ser más trágico, tanto como el de los actuales habitantes de su querida Ucrania.


    Babel nació en aquella ciudad el 13 de julio de 1894, se crió en el gueto de Moldavanka, siendo escolar estuvo a punto de ser asesinado por antisemitas ucranianos en el pogrom (demolición) y es el autor de Cuentos de Odesa, siete relatos, caballería roja, obras de teatro y un volumen de cuentos póstumos titulado Debes saberlo todo, que da título a esta columna y éstos constituyen el legado literario más importante de la literatura soviética, especialmente en lo que se refiere al género del cuento, según críticos prestigiosos como Ilya Ehrenburg, Lionel Trilling o Marc Slonim.


    El pogrom es una matanza contra una colectividad, usualmente de judíos, esta práctica criminal en Ucrania data de 1821 y causó miles de muertos, así como la de 1859 y la peor de 1881, provocada por la muerte del zar Alejandro; en Odesa murieron miles de ellos y tuvieron que emigrar: aproximadamente dos millones a Estados Unidos y Argentina.


    Babel se trasladó a Petrogrado en 1920. Una vez producida la revolución bolchevique participó como corresponsal en la guerra polacosoviética al mando del mariscal Buidonni y a partir de su diario de campaña pudo componer su libro más famoso La Caballería Roja.


    La cuentística de Babel, especialmente la que se refiere a su ciudad natal Odesa y por la que desfilan personajes de sus arrabales y del puerto, contiene una pintura breve, lacónica e impresionista de las pandillas, lupanares, cafés griegos, “bodegas donde se bebía vino besarabo barato”, a la vez que se plasma el retrato familiar de un niño en vía de ser adolescente y sus penurias de marginal.


    En la narrativa boliviana se puede apreciar su huella en libros como Los rostros de la oscuridad, La noche de los turcos o La tumba infecunda, cuya autoría pertenece a René Bascopé; o más recientemente en la prosa viajera pero no menos elegante de Claudio Ferrufino- Coqueugniot.


    Isaac Babel fue arrestado el 15 de mayo de 1939 en la denominada “purga de Stalin”, bajo la falsa acusación de espionaje y terrorismo; fue conducido a la prisión de Butyrka, donde después de un juicio sumario fue fusilado el 27 de enero de 1940, y en la época conocida como el deshielo en 1954, bajo la égida de Nikita Jrushchov, se revisó su expediente y la sentencia, la que fue anulada por considerar que no había ninguna prueba en su contra.


    En Ucrania se le ha hecho muchos homenajes y ahora es de esperar que la guerra no destruya aquellos lugares que describió magistralmente Isaac Babel (el maestro del silencio); pero como afirmó el semiólogo italiano Umberto Eco: El amor es una construcción artificial del hombre civilizado, en cambio el odio es su condición natural.


    *Milton Mendoza Miranda es abogado y presidente de la Fundación Juntos por los Derechos Humanos.


    Opinion y Analisis.

    ANN Noticias.