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    La Asociación Boliviana de Derechos Humanos, ante la grave situación en la que se encuentra viviendo el Pueblo Boliviano  donde los líderes del Movimiento Al Socialismo (MAS) no le dan valor a la vida de las personas, no les importa la salud de los bolivianos y la de sus propias bases políticas, al mantener un bloqueo de caminos que están ejecutando en el país.


    Ordenar esos bloqueos, en un momento en que miles de personas y familias sufren el azote de la pandemia del covid-19 con toda su fuerza, constituye un acto despreciable de unos pocos dirigentes a los que no les interesa ahora, ni les interesó en el pasado, caminar sobre cadáveres para materializar sus propias ambiciones.


    Estamos, pues, frente a un atentado a la salud pública. Un acto Terrorista que puede, incluso, ser calificado de genocida por las gravísimas consecuencias que tendrá sobre la salud y la vida de miles de personas por razones puramente políticas.

    ¿De qué otra manera se puede calificar una protesta que, inevitablemente, derivará en contagios masivos y el consiguiente peligro de muerte de muchas personas, dificultando además el tránsito de vehículos que deben transportar  oxígeno, medicamentos, alimentos o insumos para los centros de salud del país?


    Después de 14 años en el poder, lo menos que podría esperarse de la cúpula del MAS es que se haya transformado en una fuerza política de convicciones democráticas. Pero los hechos indican que eso no ha sucedido.


    Le están privando a la población de un derecho fundamental que es el derecho a la vida y a la salud. Están precipitando la diseminación masiva del coronavirus y pretenden ahogar al sistema público de salud para provocar una verdadera catástrofe humana por los efectos, sobradamente conocidos, del covid-19.

    Los dirigentes que organizan y financian estas movilizaciones, exponiendo y enviando a sus bases al sacrificio como si fueran becerros, están mostrando la esencia inhumana y nada ética con que ejercen la política. Están jugando con la vida de seres humanos, de personas cuyas vidas son tan valiosas como la de cualquier boliviano. Es, en definitiva, imperdonable.


    Por ello la Asociación Boliviana de Derechos Humanos condena enérgicamente ante todas las instituciones nacionales e internacionales de Derechos Humanos, así como el restablecimiento de la paz interna del país, frente a este gravísimo atentado a la salud y la vida de los bolivianos por la execrable ambición de poder de un puñado de personas.

     

    Y comparte conjuntamente la La Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) la extrema preocupación por la situación en Bolivia donde grupos de manifestantes bloquean el paso de camiones con insumos sanitarios para combatir el COVID-19, en momentos que la pandemia ha alcanzado su punto más alto en el país sudamericano.


    La ciudadanía boliviana debe priorizar el control de su crisis sanitaria y hacer que sus instituciones sean más eficientes aun para resolver la situación de salud creada por la pandemia. La bajeza de pretender obtener réditos políticos del sufrimiento del pueblo ante esa situación de salud es inadmisible.


    Por tanto consideramos como inmoral e indigno jugar a la política con la vida de la gente, y absolutamente infame que derechos humanos de orden público del pueblo boliviano como su derecho a la vida y a la salud se vean vulnerados y violados por grupos de intereses miserables y mezquinos.


    En tal sentido en caso de no resolverse este conflicto inmediatamente presentaremos demanda ante Comisión Interamericana de Derechos Humanos, de la misma forma que exigimos que el Gobierno nacional proceda a hacer cumplir la ley, dentro del estado de derecho que vive el País, caso contrario también iniciaremos acciones penales de incumplimiento de deberes contra la autoridades del Ministerio Publico y del gobierno nacional que no actúen oportunamente.


                                “DERECHO QUE NO SE DEFIENDE DERECHO QUE SE PIERDE “


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    La Paz  7  Agosto de 2020


    Santa Cruz.


    ANN BOLIVIA.