Índice
    Como si se tratara de una reacción en cadena, en unas pocas semanas hemos atestiguado el estallido de intensas protestas ciudadanas a lo largo de América Latina. Chile, Ecuador y Bolivia vinieron a sumarse, de golpe y porrazo, a las ya convulsionadas Venezuela y Nicaragua. Y tampoco es que estén en santa paz Brasil, Colombia, Argentina o Perú (México, en este caso, se cuece un poco aparte, pero no por estar mejor, sino solo en un momento distinto).
    Algunos analistas hablan ya de una “primavera latinoamericana”. Quizá habría que tomárselo con reservas.
    Opinión.