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    Esa es la pregunta, más bien denuncia, que hace en el sitio The Conversation la académica australiana Wendy Rogers, quien además acusa a prestigiosas revistas científicas internacionales de ser cómplices de los “métodos salvajes” empleados en la ciencia china.
    Rogers, junto a otros investigadores australianos, solicitó en un estudio divulgado este mes en la revista médica BMJ Open (British Medical Journal Open) el retiro de más de 400 estudios de académicos chinos que fueron publicados en prestigiosas revistas médicas internacionales sobre trasplantes.
    Creen que existen razones para pensar que los órganos trasplantados provienen de prisioneros ejecutados, incluyendo presos de conciencia.
    “Lo que hemos constatado plantea preguntas importantes y perturbadoras sobre las omisiones éticas en el proceso de revisión y publicación de investigaciones sobre trasplantes”, afirmó Rogers.

    “No se menciona el consentimiento”


    Rogers, profesora de ética clínica de la Universidad Macquarie en Sídney, y sus colegas examinaron 445 estudios sobre trasplantes de corazón, hígado y pulmones escritos por investigadores chinos y publicados en revistas médicas en inglés entre enero de 2000 y abril de 2017.