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    El Tribunal Supremo de Estados Unidos ha aprobado este jueves seguir adelante con la ejecución de un recluso musulmán en Alabama, después de que fuera frenada debido a que el estado podría estar violando sus derechos religiosos al negarse a permitir que un imán estuviera presente durante su muerte.

    El Supremo ha aprobado que se llevara a cabo la ejecución en una votación con cinco votos a favor y cuatro en contra. Los abogados de Dominique Ray, de 42 años, habían argumentado que la política de ejecución de Alabama favorece a los reclusos cristianos ya que se permite a un capellán en la sala, a menudo arrodillado junto al prisionero condenado a muerte, y reza con el recluso si se lo solicitan. Ray pidió a su imán para reemplazar al capellán.
    El 11º Tribunal de Circuito de Apelaciones de Estados Unidos suspendió este miércoles la ejecución por el asesinato de una niña de 15 años hace más de 23 años.
    El Departamento Penal de Alabama (ADOC, según sus siglas en inglés) negó la solicitud de Ray de que su imán estuviera en su ejecución, diciendo que solo los empleados de ADOC podrían estar presentes en la cámara de ejecución, según ha señalado el estado en un documento judicial.